viernes, junio 21, 2013

La casa de Amityville

No hay ciudad o pueblo que no tenga una casa embrujada, aquella que desde niño miramos con miedo, más que nada porque se trata de un lugar abandonado y en mal estado, sobre el cual pesan una serie de historias, que en la mayoría de los casos son inventadas para justificar el porqué nadie las habita.
Pero no todas estas casas embrujadas son puro cuento, o están deshabitadas. Hay algunas en donde realmente suceden cosas extrañas, aún con gente en su interior. 
La sede de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Viña del Mar es un ejemplo: las historias que se cuentan sobre esa casa y la cantidad de incendios sin explicación que registran los bomberos, ha dado pie para muchas leyendas. También está el conocido fantasma del Palacio Rioja, que se ha dejado ver y sentir en reiteradas oportunidades en los salones en donde funciona el Conservatorio de Música.

Pero hay casos en que estas extrañas presencias al interior de una casa han ido más allá de simples apariciones. Uno de los casos más perturbadores que registra la historia es el ocurrido en la localidad de Amityville, (Long Island - New York) en Estados Unidos, donde una familia fue literalmente expulsada de su vivienda por entes de naturaleza desconocida. Los protagonistas del caso, que incluso inspiró una película, nunca quisieron hablar de lo que realmente ocurría en esa casa, hasta que hace algunos años dieron una entrevista a un programa periodístico en Estados Unidos, donde revelaron sólo parte de la espeluznante experiencia que les tocó vivir en la casa de Amityville.

La casa embrujada de Amityville

112, OCEAN AVENUE
Esta historia tiene como escenario una casa ubicada en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville, Nueva York. Entre las 12 de la noche y las 2 o 3 de la madrugada del 14 de noviembre de 1974, Ronald Joseph DeFeo -Ronald Jr.- (también conocido como "Butch") el hijo mayor de la familia DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle mientras éstos dormían en sus respectivas camas, dejando un total de seis personas muertas. El asunto se da a conocer porque él entra a un bar de la localidad a horas de la madrugada gritando histérico que han asesinado a su familia, cuando las autoridades van a ver lo ocurrido se encuentran con la espantosa escena...
Archivo de la policía de las escenas del crimen en Amityville

Todos y cada uno de los miembros de la familia DeFeo fueron encontrados asesinados en sus propias camas, todos en posición de haber estado "dormidos" boca abajo con los brazos colocados bajo sus respectivas almohadas, todos habían recibido un disparo por la espalda.Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiese sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría las habitaciones de la casa en busca de alguna pista encontró en la pieza del único superviviente dos cajas de cartón de balas para un rifle, por lo que el mismo hijo DeFeo es acusado de ser el asesino.
Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados asombrosos, como un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios y apesar de muchas inconsistencias en el juicio, la policía consiguió la confesión y el joven DeFeo fue condenado a 25 años de prisión por cada miembro asesinado, lo que se traducía en condena perpetua.
La muerte de sus padres Ronald y Louise DeFeo y sus  hermanos menores Allison de 13 años, Marc de 12 años, John Matthew de 9 años y en el ático en donde estaba encerrada la hermana mayor Dawn DeFeo de 18 años, pesará por siempre en su conciencia. Hoy en día muchos investigadores todavía creen que Ronald DeFeo Jr. es inocente debido a muchas inconsistencias y circunstancias raras alrededor del asesinato. Hasta el día de hoy está en un correccional ya con más de 50 años de edad, pero sostiene que él no fue el asesino, sino que la autora principal fue su hermana Dawn y que había otras personas en la casa esa noche (una de estas personas es un testigo protegido del FBI y el otro ya falleció). Pero como él se declaró culpable, fue condenado y encerrado.

Ronald DeFeo Jr., el asesino de Amityville

Entre las confesiones del hijo mayor de los Defeo, se notaba que desvariaba con ideas fantasiosas, pero sostuvo que desde que llegaron a dicha casa escuchaba voces que lo obligaron finalmente a cometer los asesinatos contra su familia. Dichas voces eran especialmente violentas y fuertes en su "habitación" que era el sótano de la casa y ocurrían mayormente por la noche y la madrugada. Es de notar que quienes conocían a Ronald DeFeo Jr. concuerdan en que él era un joven sumamente apacible y cariñoso con su familia y todas las personas, pero era su padre quien era conocido por su violencia y brusquedad. Ya sin sus habitantes, la casa quedó abandonada y luego de reparaciones menores la inmobiliaria la puso en venta.

Foto de archivo de la retirada de los cadáveres de la familia DeFeo

¿UNA CASA POSEIDA?
Pero la verdadera historia de esta casa de Amityville comienza tiempo después, el 28 de diciembre de 1974. 
Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo unos pocos días debido a los extraños fenómenos que allí sucedían...

George y Kathy Lutz

Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijos pequeños sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. 
Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas a pesar de que se aseguraban de cerrarlas bien. Kathy Lutz agregó que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una noche vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia. La supuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.
Pero a medida que avanzaban los días, la familia empezó a tener visiones de entidades que rondaban la casa. Sobretodo la hija menor de los Lutz era capaz de ver a otra niña que "jugaba" con ella pero que en una ocasión la incitó a casi cometer suicidio. Diferentes versiones de la misma historia identifican a la entidad visible para la niña como un niño en lugar de una niña.
Una noche, George Lutz se encontraba fuera de la casa y cuando alzó la mirada a la ventana de la habitación de su hija la vio a ella asomada a la ventana, pero cuál no sería su asombro al alcanzar a divisar detrás de ella una sombra grande de un ser que lo miraba fijamente, que luego George describiría como con cara de "cerdo", pero al subir de inmediato a la habitación de la niña, no encontraría a nadie más en absoluto.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurrió al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!! tras lo cual fue literalmente expulsado de la casa. Según los relatos de la época, cuando el sacerdote ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscas invadió el lugar. 
El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado del lugar, para nunca más volver.
La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo al abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una bruja pues, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo, cosa que en realidad no estaba ocurriendo. La situación llegó a tal punto que los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, sobre la cual pesa desde entonces, el estigma de la leyenda de Amityville.

La feliz familia DeFeo años antes de mudarse a Amityville

Al día de hoy, la casa se encuentra habitada y la familia niega rotundamente haber escuchado o sentido el más mínimo fenómeno o presencia paranormal en todos los años que llevan habitando la casa. Por motivos de anonimato y para evitar las miradas curiosas, se ha cambiado la numeración de la casa así como parte de su característica fachada y obviamente la familia también prefiere mantener su identidad en secreto.

Luego de las numerosas visitas de psíquicos, mediums, parapsicólogos y cazafantasmas, todos afirman que en realidad hay algo que habita en la casa y en Internet ronda la siguiente foto tomada por una cámara nocturna automática que se asegura fue tomada durante una de las muchas investigaciones en la casa maldita de Amityville en la madrugada del 6 de marzo de 1976 por el conocido fotógrafo Jim Campbell, colaborador de dos importantes parapsicólogos de Estados Unidos (Ed y Lorraine Warren). En dicha foto se alcanza a apreciar una presencia infantil que no se encontraba en la casa y a la cual muchos identifican como el hijo menor de los DeFeo...

Foto tomada al interior de la casa de Amityville donde se ve a un "niño"

Tiempo después de la entrevista televisiva de los Lutz, ellos afirmarían que todo fue una burda broma, motivada por intereses económicos, que incluso los llevaron a visitar al joven DeFeo en prisión para así juntos orquestar la historia de la casa maldita de Amityville, con lo cual parecía cerrarse de una vez por todas esta historia quedando como un fraude más de los muchos que existen.
Pero tiempo antes de su muerte, los Lutz juraron que autoridades religiosas los habían obligado a retractarse de su historia y hacerla parecer una mentira, pero hasta el último aliento afirmaron que los sucesos que relataron sobre su espeluznante experiencia en Amityville que marcó sus vidas para siempre, fueron reales. 
Lo que se sabe es que los hechos de la familia DeFeo son reales y todavía están envueltos en el misterio, pero los hechos narrados por los Lutz, siempre quedarán en la oscuridad de la duda; júzguenlo ustedes mismos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por tu interés en comentar el artículo, si tienes cuenta de Google, por favor deja tu comentario el cual será moderado y respondido -si lo amerita- a la brevedad posible...